19.4.08

.:El Consultorio de la Abuelita Susi - Problema Nejro:.


Hola muchachos!

Cyber ha decidido contar de nuevo con mis servicios ya que últimamente tiene un poco de lio y yo encantada, que ya estaba cansada de estar atada en la cama con correas, aunque, la verdad sea dicha, echo de menos la pastillica esa que me daban a posturas de sol...

Bueno, aquí os dejo una consulta que nos hace nuestro amigo Teodoro desde Fuencarral.


(Recordad, escribid vuestras consultas a putavieja@gmail.com)



"La leche, cuanto tiempo so vieja zorra.

Te he echao de menos. Desde la última vez que hablé contigo me he hecho un bocadillo chóped, la comunión, lo servicio militar, me casao 5 veces y me divorciao 2.

Tengo síndrome de “orcate negro”: cuando me levanto por las mañanas me da por ir al wáter y cuando aprieto monto la de diós. Esta mañana sin ir más lejos he tenido que llamar a los servicios aeroportuarios a que me dejasen un ferry con el que remolcar mis desposiciones (he intentado licuarlo echándole puntica de Zotal y gritándole al oído, pero no había forma).


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Como se yo que tu ya estas en esos días de ir meando en las esquinas y echar peste seguramente ya has tenido que lidiar con mi problema.

¿Tu como arreglaste tu ojaldre? ¿Pusiste tapón corcho? ¿Pegote masilla? ¿Filtro antical?


Respondeme y bienvenida, guarra bastarda."




Hola, querido amigo!

Entiendo perfectamente tu problema. Recuerdo una vez que fui al servicio a descomer y cuando me levanté y vi aquello fui corriendo a llamar al médico de urgencias. Yo sola no fui capaz de tirar de la cadena, no fuese a ser que aquello estuviese vivo y me metiese en un buen lío. Parecía una personica de verdad...

El doctor certificó su muerte tocándolo con la escobilla y luego me llamó puta y me recomendó que cortase las rodajas de salchichón más finas y las pelase antes de comérmelas.

Yo no me quedé del todo contenta con su diagnóstico y acudí con mi posible retoño a un médico de pago que , ya se sabe, estos de la seguridad social trabajan con desgana. Tras un TAG, un eléctro, un par de radiografías y extirparme el higado para pagar la valía de todas las anteriores pruebas, el médico concluyó que aquello a lo que yo llamaba Edelmiro era, en efecto, una mierda de 2 kg 900 grs.

Aun así, lejos de desanimarme, le celebré bautizo y pedí la correspondiente ayuda al gobierno. Lo inscribí en el mejor colegio católico de la zona y cuando tuvo edad lo mandé a Estados Unidos para que completara sus estudios universitarios. Allí estaba trabajando en un cargo importantisimo, cartero o presidente del gobierno, no recuerdo bien. La cuestión es que hace años que no sé nada de él... PUTO ZURULLO DESAGRADECIDO!



Edelmiro el día de su primera comunión


Desde entonces, y para que no me vuelva a pasar algo parecido, aplico una técnica cuando me voy por la patilla que no me ha fallado nunca. Toma papel y lápiz y apunta.

1) Cagar en un bote
2) Hervirlo al baño María durante 10 minutos para ablandar
3) Pasarlo todo por un chino o pasa purés.

Ya verás, te quedará finísimo finísimo!
Tus familiares notarán la diferencia.

Un placer, imbecil!