A ver, centrémonos. Lo primero es lo primero: estoy escribiendo esto a
las 6 y pico de la mañana de un domingo, por lo que no descarto que algún improperio a destiempo se me escape cual esputo de boca de perro con rabia. Espero comportarme como las personas humanas que pueblan esta tierra “ferma”. Por otro lado reconocer que en el próximo post iba a escribir sobre “
LA COCINA DEL INFIERNO” (
Ernesto Neira preside esta semana) y del escueto “
MIRA QUIEN CANTA!” (josdeputa! ¿Quién ha dicho de quitarlo?), pero vayamos por orden.
"No, no... súbete tu delante"Esta noche me habían propuesto salir “
de traka” (fig: de fiesta, salida
ociosa por los páramos de nuestro vecindario) con gente de esa que hacía así como
MIL MILLONES DE AÑOS que no veíamos. Yo, reticente en un principio, acepte porque en caso de emergencia podría apoyarme en una de esas personas que están para todo. A mi se me comentó en un principio que íbamos a ir dos coches: uno con las susodichas “
viejas glorias” y otro con mi colega. Cuando pasaron a recogerme ví con estupor como se presentó en la puerta de mi morada uno de esos
COCHACOS que jamás podré poseer (y creo que ni quiero). “
Uhm… vale, no hay coche de escapatoria. En fin: cojamos rumbo a dios sabe donde. Que elija el chofer”. El chofer eligió
Murcia capital.
¡¡TIRALE MILLAS!! ¿Para que poder ir a 100 por autovía pudiendo hacerlo al doble? Ahí que vamos: yo que me pongo todos los cinturones que puedo en el asiento de atrás (yo me siento donde los ministros, que lo he visto por la tele y eso da caché) y me agarro al manubrio ese que hay encima de la ventanilla que solo utilizo yo para colgar el brazo. Creo que perdí 5 kilos solo en el trayecto de ida….
Pasamos la noche en Murcia (todo hay que decirlo: me lo pase
bien,
bastante bien y me sirvió para pegarle una
patada a un
muro que no me dejaba hablar con el vecino. Y por lo visto el vecino sabía todo lo que iba a contarle) y luego tocó el viaje de regreso…. Ay, mare…..
Y mira que le dije al chofer: “
Oye, si no es por na… pero si puedes levantar un poco el pie a la vuelta pues como que te lo agradecería enormemente. Porque siendo las horas que son como que tampoco hay prisa… ¿non?”.
Pues non. Yo llegué a vislumbrar con
MUCHO estupor como la aguja del coche marcaba los
220 kilómetros por hora mientras un CD de
U2 echaba fuego en el audio del mismo. En ese momento se me pasaron dos imágenes por la mente (
atención frikirls): una fue aquella escena de
SUPERMAN, creo que de la segunda parte, cuando el susodicho, depués de ver como
Lois Laine moría aplastada en su coche atascado en una zanja
se ponía darle vueltas a la tierra en sentido opuesto al normal para echar marcha atrás el tiempo y salvarla de la muerte; la otra fue cuando jugué al “
The Day Of The Tentacle” y los amigos de
Bernard viajaban a través del tiempo a través del típico
vórtice con
vacas volando, ecuaciones de Einstein y relojes de pared haciendo estragos. Todo ello provocado por una INNECESARIA y ABSURDA necesidad de inyectar combustible a un motor que todos sabemos que da mucho de sí.
Vamos, que habeis estado a poquito de quedaros sin posts mios en este blog. Que si, que si. Que controlaba que te cagas. Pero que
cuando no hace falta no hace falta. Y esta noche no hacía falta.
PD: por lo visto el “petit comité” no existe en mi entorno, lo cual, que en principio debería de joderme, me supone un gran alivio. Mercí.