
Otro año más, los más
listos del lugar se concentran para dar a conocer sus propuestas artisticas más transgresoras y salvajes en esa macro-reunión de
sofistos llamada
ARCO. En realidad no es más que una excusa para seguir recibiendo subvenciones del gobierno y continuar tocándose los guebons a dos manos (ellos) o los ovarios (ellas).
¿De qué va
arco? Pues poco más que en
reunir basura en un almacén y pasear entre ella. Si atinas a juntar cosas que tengan algo que ver (como por ejemplo:
lavadora + maniquí. ¡La relación esta clarísima!) pues la gente dice "
oigg!!" y te aplauden y te dan palmaditas en la chepa. En cambio si lo haces en tu casa la policía te desaloja, te internan en un psiquiátrico por padecer el
síndrome de Diógenes y Matías Prats dice en su informativo: "
Pobretico".

Que si, que algunas obras pueden ser hasta curiosas, pero la mayoría son de un soserío.... Siempre con la mierda del "
caos", "
la dualidad noche/día", "
la guerra no es muena" y tal. ¿Para cuando una obra que hable de
las pelusas que se forman debajo de la cama? O, como las que ilustran este post (igual de válidas que cualquier chorrada que te encuentras en ARCO):
un gato con una careta de soldador bailando dos "hula-hoops" y un tio cetrifugándose en una lavadora que se encuentra colgada del techo con una cuerda sujeta a un champiñón que ha florecio encima de la tapa de la lavadora.
¡¡¿Por qué esto no es arte y lo demás si?!!
(Lo quiero para mañana, a doble cara, doble espacio y con un resumen razonado)